“El Amor de Dios reine en nuestros corazones”

“Al llegar el día de Pentecostés,

estaban todos reunidos

en el mismo lugar…”

(Hech. 2,1)

Somos nueve Hermanas del Amor de Dios, jóvenes junioras, llenas de entusiasmo y alegría, procedentes de Angola, Bolivia, Brasil, Cabo Verde y Mozambique. Hace 5 meses que nos encontramos en España, en la Casa General, con el fin de prepararnos para nuestra entrega definitiva al Señor en la Congregación. Nuestro tiempo está distribuido entre oración, ejercicios espirituales, reflexión, estudio, trabajo, descanso, … y visitas a algunas de nuestras comunidades y obras de la Congregación en España.  

En este tiempo de gracia y en formación profunda de nuestro ser de consagradas, damos gracias al Señor por concedernos la oportunidad de visitar y conocer la “tierra” donde nuestro querido padre Fundador Jerónimo Usera nació, vivió y fundó nuestra Congregación.

Entre las muchas actividades que vamos realizando, el día 7 de junio hicimos una visita a Comunidad de la Casa Provincial de España, donde fuimos muy bien acogidas por las hermanas de la Comunidad y del Gobierno Provincial. Tuvimos la gracia de participar en el encuentro de oración preparado por un grupo de jóvenes de la parroquia, que ya tienen la costumbre de rezar con las Hermanas.

Con nuestros corazones en fiesta y con entusiasmo creciente empezamos nuestra oración al Espíritu Santo en la Capilla. ¡Qué bueno y agradable es alabar al Señor que da la vida, en clima fecundo de fraternidad y unidad! Pues es la fuerza del Espíritu que habita en nuestro ser de hombres y mujeres disponibles a hacer la aventura del Espíritu que nos lleva por donde Él quiere, y con la certeza que nos ama con amor eterno. Con estos sentimientos y en clima de Pentecostés hicimos un viaje hacia nuestro interior en búsqueda de nuestro tesoro, que muchas veces olvidamos.  La invocación al Espíritu Santo nos ayudó en esta dinámica: “Ven, Espíritu… manda tu luz desde el cielo…luz que penetra las almas, descanso de nuestro esfuerzo…brisa en las horas de fuego…Entra hasta el fondo del alma…reparte tus siete dones…danos tu gozo eterno”.

Después de esta experiencia de ser encontrados por Dios y abrazados por su misericordia recibimos una “pulsera” y en ella escribimos el don más visible que tenemos con el propósito de ponerlo al servicio de los demás. Salimos de la capilla haciendo un gesto muy significativo: cada uno fue invitado a dar un salto al pasar el umbral de la puerta con la alegría y el entusiasmo de continuar el camino de seguimiento del Señor de manera diferente, pues el encuentro con Él es siempre una novedad para nuestras vidas.  

Finalizamos encontrándonos en el patio para un compartir fraterno y cantar el himno de la Congregación: “Cantemos hoy al Amor de Dios en Jerónimo Usera”. Y como no podría faltar, nos sacamos una hermosa foto de grupo que compartimos con todos vosotros.