El pasado 16 de mayo, día del nacimiento de Sor Rocío, clausuramos su Centenario, con una Eucaristía de Acción de Gracias en la iglesia de la Casa Fundacional, en Toro.

Fue un momento de emotivo encuentro de hermanas y seglares, compartiendo el mismo carisma y el agradecimiento por los testimonios de vida que han hecho presente el amor de Dios a cada persona, en este caso, la vida de Sor Rocío.

“A lo largo de este año, ha sido mucho lo vivido en lo ancho de nuestra geografía congregacional. De todos los rincones han llegado ecos del entusiasmo, el gozo, la alegría de celebrar estos 100 años del nacimiento de Sor Rocío. Ella, en María, se hizo pequeña, una “casi nada”... Lo definitivo era ser de Jesús desde el amor. Su espiritualidad se va forjando desde la centralidad de la Eucaristía y desde María. La vida de sor Rocío nos invita a continuar viviendo con pasión nuestro amor a Jesucristo desde la invitación de María: “Haced lo que Él os diga” con una actitud de humildad, con la convicción que Él hará obras grandes por nosotros, si dejamos que actúe”, se nos decía en la monición de entrada.

Quizás, uno de los momentos más emotivos fue el comienzo de la homilía de don Fernando Valera, obispo de Zamora, quien testimonió la importancia de sor Rocío en su vida. Puedes escucharlo pinchando en la foto: