Los carismas son dones de Dios para construir la Comunidad.

      Cuando decimos que una persona tiene un carisma especial, nos referimos a cualidades o dones naturales que sobresalen en esa persona. El  carisma, como don del Espíritu, es la manifestación exterior del Espíritu santo que habita  en nosotros. San Pablo nos dice en la Epístola a los Efesios.4, (11-13), que Dios dio a unos el ser Apóstoles, a otros Profetas, a otros Evangelizadores, a otros Pastores y Maestros para el recto ordenamiento de los santos en orden a las funciones del Ministerio, para edificación del cuerpo de Cristo.

NUESTRO CARISMA: Ser manifestación del Amor de Dios en la vida.

      Así está expresado en nuestras Constituciones:

“Encarnar  el amor de Dios en la vida, de manera que cada Hermana llegue a ser una manifestación  permanente del AMOR GRATUITO  de Dios a los hombres”.

Está totalmente relacionado con nuestro nombre: HERMANAS DEL AMOR DE DIOS.

      Si Dios es AMOR, y nosotras estamos llamadas a encarnar el AMOR , EL SER DE DIOS , ¿Cuál debe ser nuestra identidad?

¿Cómo acogería nuestro Venerable P. Fundador este Carisma, este DON?

      Son impresionantes  todos los mensajes que tenemos en nuestro legado espiritual. Profundicemos en el lema que nos dejó:

“El amor de Cristo nos empuja, nos urge”

Karl Rahner  hablando del amor de Dios dice:

      “Este amor llama a su Dios desde lo íntimo del corazón. Todas las fuerzas del alma fluyen hacia Dios para no retirarse ya de Él; fluyen hacia Aquél que al encenderse la llama del amor se hace el centro íntimo de nuestro propio ser y está más cerca de nosotros que nosotros mismos, más amado que nosotros mismos; no tanto amado Él por y para nosotros, cuanto nosotros por y para Él.

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      Y este amor de Dios se estremece con la gozosa certeza de que primero nos amó Él, y de que en todo momento responde a la llamada del amor, que sube hasta su corazón desde este valle de lo caduco y de la muerte.”

(“De la necesidad y don de la oración”  Karl Rahner- Edit. Sal Terrae)

Descubrir el carisma como:

      - Fuente de identidad

       - Lugar de encuentro

       - Fuerza que nos lanza a la misión

 El carisma Amor de Dios es un DON, concedido a la Iglesia  a través de Jerónimo Usera, que  da origen:

      * A una espiritualidad

  * A un modo de vivir la vida cristiana

      Recordemos las palabras de nuestro querido  P. Usera:

“Reclutaré almas generosas que quieran servir a Dios de balde”.

“Siento que Dios me llama a hacer el bien en la tierra”

“Dame Dios mío más dilatados horizontes, nuevas tierras para extender tu Reino”

“No  tenéis ni debéis tener otra enseña, que sacrificaros por el santo amor de Dios”

COMUNIDADES AMOR DE DIOS: Hermanas y seglares

  • Participamos en el carisma

  • Vivimos una espiritualidad

  • El P. Usera nuestro guía y maestro

  • Misión evangelizadora

  • En comunión eclesial, unidos  en Cristo

  • Apostólica

  • Fraterna

  • Mariana

UNIDOS, SE FORTALECE NUESTRA IDENTIDAD  CARISMÁTICA

Cristocéntrica

Eclesial

Orante

"Amémonos unos a otros, porque Él nos amó primero” (1Jn.4,19)

      Experimentar el amor gratuito de Dios Padre-Madre y ser expresión de este amor entre los hermanos, es la línea de vida de nuestra espiritualidad. Si no  lo experimentamos ¿Cómo vamos a transmitirlo?

LO EXPRESAMOS:

  • Siendo contemplativas del Amor de Dios, a la escucha de la Palabra y del hermano.

  • Viviendo  proféticamente la acogida y la entrega gratuita del amor: “dar y recibir de balde”.

  • Creando tiempos fuertes para la alabanza, la escucha, la celebración, la fiesta, y ofrecer estos espacios al hombre de hoy .

  • Optar preferentemente por los más desfavorecidos.

  • Hacer donación de nuestra vida en entrega desinteresada con alegría, acogida, disponibilidad y servicio.

  • Expresar la cultura del amor con gestos significativos.

  • Comunidad eclesial.

  • Descubrir las semillas del Reino que hay en cada cultura , cultivar los signos de vida que hay en ella e impregnarla de los valores del Evangelio.

  • Sembrar a nuestro alrededor valores de solidaridad, fraternidad, justicia y paz.

  • Vivir la espiritualidad  comunitaria.

  • Construir comunidades de vida.

  • Compartir el Carisma con las personas de nuestro tiempo, creciendo progresivamente en la espiritualidad “Amor de Dios”, comprometidos en una tarea común de evangelización y proyectos concretos de solidaridad.